Y saber que fuimos tanto y ahora no somos nada. Tantos años juntos, compartiendo risas, abrazos y demás. Sabiendo que nos teníamos el uno para el otro, sin duda alguna. Y de repente, todo se acaba. Y pensé que sería otro de tus ataques, que pasaría un tiempo y todo volvería a la normalidad, pero no. Ahora me doy cuenta que nada puede ser lo que era, a veces los cambios son buenos y otras veces no tanto, pero siempre hay que saber adaptarse.
Tu has elegido tu camino y yo el mio, cada uno nos hemos sabido apañar sin el otro. Pero no te digo que no, me revienta verte abrazar a otra. Tantos años siendo tu puta mejor amiga y de un día para otro... Adiós.
Cambio radical, pero siempre, ¿me oyes? Siempre, me tendrás.
Y sé que nunca leerás esto, por que nadie lo hace pero necesitaba decirlo...
La última cosa: te quiero.